Sabías que los colores de tu alrededor pueden estar influenciando tus emociones y tu estado mental? ¿Sabías que ciertas tonalidades pueden irritarte o, por el contrario, relajarte y calmarte? Pues debes saber que los colores que te rodean sí que pueden tener un efecto en ti.
Esta afirmación no es nueva. De hecho, muchas empresas diseñan sus logos teniendo en cuenta los colores que emplean, pues de esta manera envían un mensaje u otro al consumidor. Cuando se decora una tienda también se valora qué colores se emplean, pues es casi una necesidad que la gente sienta el deseo de comprar cuando está en el local. Pero no solo se utiliza la psicología del color para sacar un beneficio económico. En la arteterapia, el color se asocia a las emociones de la persona y es una manera de influenciar el estado físico y mental del paciente. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el rojo aumenta el ritmo cardíaco, lo que, a su vez, provoca un aumento de adrenalina y hace que los individuos se sientan enérgicos y entusiasmado
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ToggleLa psicología del color en la vida cotidiana
Y es que no suena nada rara la afirmación de que los colores provocan un efecto emocional en nosotros. De hecho, forma parte de nuestro lenguaje cotidiano. En otras palabras, es común hablar de colores cálidos, como el rojo, el amarillo o el naranja, que pueden suscitar distintas reacciones, desde positivas (calidez) o negativas (hostilidad y enfado). O, por contra, también solemos hablar de colores fríos, como el verde o el azul, que suelen provocar una sensación de calma pero también tristeza.
Ya que todos estamos familiarizados con estos conceptos, la psicología del color se emplea en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando pintas tu casa y consideras qué colores quieres para tu hogar porque vas a pasar muchas horas allí dentro. Cuando haces eso, sueles tener en cuenta cómo te harán sentir las diferentes tonalidades: ¿un gris elegante para el salón? ¿una cocina verde que se asocie a la primavera y la frescura? A lo mejor te gusta el yoga y la meditación y quieres una habitación blanca porque sabes que tiene un efecto relajante. Esto son solo algunos ejemplos de cómo empleamos la psicología del color casi sin darnos cuenta.
Marketing emocional y psicológica de los colores
Tal vez el área en el que más se aplique la psicología del color es en marketing. Es habitual creer que las decisiones que tomamos a la hora de comprar se basan en un análisis racional, pero, en muchas ocasiones, nuestra emociones son las que deciden por nosotros.
Desde hace un tiempo. y en cuanto a la toma de decisiones se refiere, incluso la neurociencia moderna se había centrado sólo en los aspectos cognitivos del cerebro, olvidando las emociones. Todo esto cambió con el libro de Antonio Damasio llamado “El error de Descartes”. Un texto de psicología altamente recomendado que aporta evidencia científica sobre la importancia de las emociones en nuestras decisiones.
¿Y cómo llegamos al corazón del cliente? Pues a través de los sentidos, básicamente gracias al oído y la vista. Por eso, cuando entras a una tienda de moda suena música enérgica y puedes apreciar un decorado y un colorido te dice: “compra, compra, compra”. Según Color Marketing Group, una compañía especializada en el uso de los colores, casi el 85% de las razones por las que una persona elige un producto sobre otro tiene que con la percepción del color.
La psicología del color también se aplica en el branding. ¿Sabías que el rojo estimula el apetito? Pues eso es así, según indican distintas investigaciones. Por lo que no es de extrañar que cadenas conocidas de comida rápida como McDonald’s, Pizza Hut, KFC y Wendy’s empleen este color en sus logotipos e instalaciones.